28 de abril de 2010
Plutarco sobre Esparta:
Esparta estableció un sistema de gobierno estrictamente militarista en el que cada ciudadano era un siervo del estado.
Este extracto describe el sistema espartano establecido por el legislador Licurgo después de 650BCE. La descripción proviene de los escritos de Plutarco (c. 54-125BCE) en una biografía de Licurgo.
Los espartanos, conocidos como los lacedemonios controlaban el Peloponeso. Se les atribuye haber sido engendrados por Licurgo alrededor del año 800 a.C. y eran conocidos por su sociedad militarista. Los registros anteriores revelan que no siempre habían vivido en una sociedad así, sino que habían producido arte, poesía y música y parecían seguir la misma dirección que el resto de la civilización griega. (Upshur, 2005, p. 111) Si esta dirección anterior de desarrollo hubiera continuado, posiblemente habrían contribuido a algunos de los nombres famosos que se han transmitido a través de la historia.
En Esparta, la vida tenía un propósito, defender el estado. La ideología de Esparta estaba orientada en torno al estado. Sus vidas estaban diseñadas para servir al estado desde el nacimiento hasta los sesenta años. Los espartanos vivían y morían por el Estado. La combinación de esta ideología, la educación de los ciudadanos espartanos y el mantenimiento disciplinado de un ejército permanente dieron a los espartanos la estabilidad que se había visto amenazada de forma tan dramática en la revuelta de Mesenia.
Según el testimonio dado en la biografía de Licurgo por Plutarco se podría argumentar que la educación adecuada de los jóvenes es primordial. Licurgo consideraba que, si cada ciudadano era entrenado para luchar y resistir como soldado desde su nacimiento, Esparta tendría un ejército que ninguna otra potencia podría conquistar. (MacGregor, 2006, pp119) No empezó y terminó describiendo simplemente la educación del niño, sino que empezó por el principio, con los matrimonios que produjeron los niños que iban a ser educados, creando efectivamente un bucle de aprendizaje de por vida y todo el sistema de valores en el que se basa la vida. Estos valores eran a su vez pasados de una generación a la siguiente como parte de este «bucle».
Las niñas debían correr y hacer ejercicio para que sus bebés crecieran en madres fuertes y sanas. Para hacerlas valientes, Licurgo ordenó que de vez en cuando las muchachas tuvieran que bailar y cantar desnudas delante de todos los jóvenes. (Grote, 1846, p.509) En sus canciones, las muchachas alababan a los hombres que eran valientes y fuertes, y se burlaban de los que eran débiles y cobardes, aumentando el deseo de gloria de los hombres y el miedo a la vergüenza. De este modo, las mujeres de Esparta adquirían «el sabor de los sentimientos más elevados, ya que eran admitidas en el campo de la acción noble y la gloria» (Sterns, 2009)
Los matrimonios solían celebrarse en secreto. La novia y su familia celebraban una ceremonia privada y sencilla, tras la cual se cortaba el pelo a la novia y se la vestía con ropa masculina. Después de la cena, el novio se acercaba sigilosamente y se acostaba con la novia, antes de regresar a toda prisa al «cuartel» para dormir con sus compañeros, temiendo que alguien lo descubriera. Hasta la edad de treinta años, el marido y la mujer maquinaban para encontrar la manera de reunirse. Cuando el hombre alcanzaba la treintena, se permitía a la pareja establecer un hogar y vivir juntos abiertamente.
Los celos estaban prohibidos. Se dice que, si varios hombres deseaban a la misma mujer, era motivo para el inicio de amistades íntimas. (Stevenson, 1994) Con ciertas limitaciones, Licurgo hizo honorable que un hombre prestara su mujer a otro para obtener una buena semilla de él. Quería que los hijos de Esparta fueran producidos por los mejores hombres, para que sus buenas cualidades fueran transmitidas. En opinión de Licurgo, los hijos no eran propiedad de sus padres, sino miembros de la sociedad.
…las leyes de otras naciones le parecían muy absurdas e incoherentes, donde la gente se mostraba tan solícita por sus perros y caballos como para poner interés y pagar dinero para procurar una buena crianza, y sin embargo mantenían a sus esposas encerradas, para que fueran madres sólo por ellos mismos. (Stevenson, 1994)
Le parecía obvia la posibilidad de que las malas cualidades se transmitieran del padre al hijo y que los hijos de los hombres buenos fueran una bendición en lugar de una maldición para quienes les dieran un hogar.
Cuando nacía un niño, se llevaba a un consejo de ancianos para examinarlo. Si el bebé era fuerte y estaba sano, se le devolvía a sus padres; si tenía algún defecto, se le dejaba solo en la cima de una colina para que muriera de hambre y frío. Según las normas espartanas, a un niño así no se le debía permitir vivir. Los niños recién nacidos eran lavados con vino para que fueran fuertes. Crecían libres y activos. No tenían miedo a la oscuridad, ni eran selectivos con la dieta.
A partir de los siete años, los niños espartanos dejaban el hogar y se iban a vivir bajo disciplina militar y a vivir toda su vida en público. (Grote, 1846, p.505) Aquellos que mostraban más habilidad y valor eran designados para ser líderes, con autoridad para ordenar a los otros chicos y el poder de castigar la desobediencia.
Esta estricta disciplina continuaba hasta la edad adulta, donde no se permitía a ningún hombre vivir a su antojo. «La ciudad era una especie de campamento, en el que cada hombre tenía dispuesta su parte de provisiones y negocios, y cuidaba de sí mismo no tanto para servir a sus propios fines como al interés de su país». (Sterns, 2009)
Si bien se enseñaban las letras, éstas eran de uso más que de adorno, la materia principal que se estudiaba era el mando y la obediencia. (Worcester, 1851, p.21) Los niños espartanos aprendían lo suficiente a leer y escribir para ser alfabetizados, pero se consideraba más importante aprender a soportar el dolor y conquistar a su oponente en la batalla. Los ancianos los vigilaban de cerca y a menudo los ponían a prueba para saber quién podía resultar un buen hombre en una pelea real. Hasta los sesenta años no se permitía a los hombres espartanos vivir y comer en su propia casa. De este modo, casi toda la vida de un espartano se entregaba al Estado.
La vida de un espartano era una vida de disciplina, abnegación y sencillez. Los espartanos se consideraban los verdaderos herederos de la tradición griega. No se rodeaban de lujos, comidas caras ni oportunidades de ocio. Este extracto exhibe quizás una de las principales claves para entender a los espartanos.
Duiker, William J. & Jackson J. Spielvogel 2007, World History, 5th edn, Thomson Wadsworth, Belmont, CA, USA
Grote, G. Esq, 1846, A history of Greece, Volume 2, Richard and John E. Taylor, London, UK
MacGregor, M, 2006, The Story of Greece, Yesterday’s Classics, Chapel Hill, NC, USA
Stevenson, D.S, (ed.) 1994, Lycurgus by Plutarch 75 A.C.E., Traducción de Dryden, J, Accesos 18 Abr 2010 21:12, http://classics.mit.edu/
Taylor, J, 1998, Ancient Greek Civilizations, Minnesota State University Accesos 18 Abr 2010 21:27, http://www.mnsu.edu/
Thucydides, ‘History of the Peloponnesian War’, en Peter N. Stearns, Stephen S. Gosch, and Erwin P. Grieshaber, eds, Documents in World History: The Great Traditions, From Ancient Times to 1500, Nueva York, Pearson Longman, 2009, p. 78
Upshur, JHL, Terry, J, Goff, R & Cassar, G 2005, World History, 4th edn, Thompson Learning/Wadsworth, Belmont, CA, USA
Worcester, J.E, 1851, Elements of history, ancient and modern, New edn, William J Reynolds and Co, Boston, USA