Compartir
Aviones hay muchos, pero solo uno tiene el honor de ser considerado como el avión más grande del mundo. Hablamos, por supuesto, del Antonov An-225 Mriya, una aeronave fabricada por Antonov en la Ucrania Soviética allá por 1988. Y literalmente hablamos de una aeronave, porque solo hay un Antonov An-225 en todo el mundo, que es el que opera la aerolínea Antonov.
Recientemente, el Antonov An-225 ha sido objeto de debate tras el primer vuelo del Stratolaunch, un avión que sí es el más grande del mundo, pero solo en lo que envergadura (de un extremo de un ala a otra) se refiere. El fuselaje es más pequeño y, para más inri, son dos aviones que no se pueden comparar en tanto en cuanto el Stratolaunch es un avión de lanzamiento satelital que no se puede usar para nada más, mientras que el Antonov An-225 es un vehículo de transporte comercial que sigue en funcionamiento y que, teóricamente, debería seguir hasta 2033.
Una enorme bestia con alas
La historia del Antonov An-225 es interesante. Su desarrollo comenzó en la década de los 80 en la Ucrania Soviética, aunque no fue hasta 1988 que se completó. Su objetivo era transportar el Burán que, como sabrán los aficionados a las misiones especiales, era el transbordador espacial fabricado por OKB-5 con el que la URSS llegó al espacio en una misión no tripulada, y los cohetes del Energiya. El An-225 es una evolución del An-124 Ruslán que, por cierto, también sigue en circulación.
ANTONOV AN-225
LONGITUD
84 metros
ENVERGADURA
88,4 metros
ALTURA
18,1 metros
PESO EN VACÍO
285 toneladas
PESO MÁXIMO DE DESPEGUE
640 toneladas
CAPACIDAD DE COMBUSTIBLE
300 toneladas
VELOCIDAD MÁXIMA
850 km/h
VELOCIDAD DE CRUCERO
800 km/h
ALCANCE
15.400 kilómetros con el máximo de combustible
4.000 kilómetros con 200 toneladas de carga
Nikolay Kaláshnikov (no confundir con Mijaíl Kaláshnikov, creador del AK-47), fue el ingeniero a cargo del proyecto del An-225 y explicó a la BBC que, aunque fue un proyecto muy costoso (no se sabe cuánto), la idea era ahorrar costes. La URSS tenía que transportar el Burán desde Moscú hasta el sur de Kazajistán, pero construir una carretera que cruzará dos ríos y pasará por los montes Urales no parecía viable. ¿La solución? Un avión enorme, más enorme que el An-124, que se quedaba corto.
Las alas fueron extendidas y se le añadieron dos motores Ivchenko – Progress D-18T, uno a cada lado, acumulando así tres motores turbofan en cada ala. Evidentemente, hacer el avión más grande requería de un tren de aterrizaje más grande, así que se implementó uno de ni más ni menos que de 32 ruedas. Cuenta con una cabina interna más larga (43,3 metros frente a los 36,5 metros del An-124) y y una mayor carga útil (250 toneladas frente a las 150 toneladas de su hermano «pequeño»).
Explica Kaláshnikov que «era posible cargarlo todo, la nave espacial y todos sus elementos encima del avión» y que «aproximadamente el 90% de la energía de los lanzadores se gasta en alcanzar los primeros 10 kilómetros. Podemos poner una aeronave en la espalda del An-225, volar hasta esa altura y lanzarla desde allí. Desde esta perspectiva de costes, el beneficio económico sería inmenso».
Su primer vuelo fue el 21 de diciembre de 1988 y fue presentando en sociedad en el Salón Aeronáutico de Paris en junio de 1989, pero no fue hasta el 3 de enero de 2002 cuando hizo su primer vuelo comercial: Stuttgart – Omán con una carga de 187,5 toneladas. Poco en comparación con el peso máximo al despegue (MTOW) con el que es capaz de despegar: 640 toneladas. Esta cifra se obtiene de sumar el peso en vacío del avión, el peso de toda la carga útil y el 100% del combustible.
En su interior, el Antonov cuenta con un sistema de rampas OTG-120M fabricado por Antovon Airlines que se usa para el transporte de piezas pesadas y que permite la carga y descarga de pizzas de hasta 200 toneladas. También dispone de un sistema de rampas OPKG-50 destinado a cargas de gran tamaño (gasta 4,27 metros) y pesadas (hasta 50 toneladas) y una rampa OZDKG destinado a cargar vehículos largos de hasta 120 toneladas, como podría ser un autobus. Por si fuera poco, tiene grúas de carga que soportan hasta 30.000 kilos y un sistema de carga con cabestrante para transportar helicópteros u otras aeronaves.
¿Que la empresa quiere transportar coches? Sin ningún problema. En las tripas del Antovo se puede configurar un sistema Rack propietario de Antonov Airlines de dos pisos que permite cargar hasta 50 coches en dos niveles. En la web de la aerolínea afirman que «sujeto a las dimensiones y el peso del vehículo, los automóviles se pueden conducir a bordo». No es que se pueda montar una carrera de rally, sino que el operador puede conducirlos hasta su posición.
El Antonov An-225, ahora
Sin embargo, no es un avión que vuele a menudo, principalmente porque cada hora de servicio supone un desembolso de 30.000 dólares. Está guardado en el aeropuerto de Gostomel, antigua base aérea de la Unión Soviética, y solo sale cuando se le necesita. Ha participado en misiones de transporte de suministros militares y en misiones humanitarias como en el terremoto de Haití en 2010 o el tsunami de Japón en 2011. Si quieres estar al tanto de sus movimientos, puedes buscar en el cielo la matrícula UR-82060 o, más fácil, seguirlo en Flight Radar.
Las últimas novedades del Antonov An-225 no tienen que ver con Rusia, sino con China. ¿Por qué? Porque Airspace Industry Corporation of China quiere hacerse con hasta 1.000 Antonov An-225 para lanzar satélites artificiales. Decíamos al principio que solo había un avión Antonov An-225, aunque realmente hay uno y medio, porque hay medio avión que está almacenado y sin terminar. Para completarlo, se estima que se necesitarían tres años de trabajo y 700 millones de dólares.
Imágenes | Antonov Airlines