Apuesto a que te sientas más de lo que crees – especialmente si estás pegado a tu ordenador todo el día. Ya sea en tu escritorio de la oficina o en tu sofá, todas esas horas que pasas en tu trasero se suman a algunas consecuencias bastante sombrías: La enfermedad de estar sentado (y sí, existe) es una afección silenciosa pero mortal que afecta a las personas que trabajan en la oficina y a otras personas inactivas. Cuando se está sentado durante horas, se queman menos calorías y la circulación se resiente, lo que provoca síntomas molestos como el aumento de peso y el dolor de espalda y cuello, y otros más graves, como un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, cáncer y muerte prematura. Pero estar siempre de pie no es la solución.
Los puestos de trabajo ajustables que le permiten cambiar fácilmente entre estar de pie y sentado cada 20 o 30 minutos son ideales porque le ayudan a imitar el ritmo natural de la actividad física humana. Cambiar de posición mejora la circulación, lo que puede reducir los riesgos para la salud de estar clavado en un escritorio todo el día, dice Carrie Schmitz, ergonomista y gerente de investigación senior de Ergotron, un minorista de estaciones de trabajo ergonómicas. Ah, y un pequeño estudio realizado en 2011 descubrió que una solución para estar sentado de pie puede incluso mejorar tu estado de ánimo.
La cuestión es que muchos escritorios para sentarse de pie cuestan cientos de dólares. Incluso si tu empleador te paga uno (¡pregunta!), es posible que no quieras ese tipo de artilugio voluminoso en casa. Por suerte, hay muchas formas sencillas de construir un escritorio de pie discreto en el trabajo o en casa. Luego, coge un taburete o vuelve a tu antiguo escritorio de vez en cuando.
Lo primero es lo primero: Independientemente de si estás de culo o de pie, la parte superior de la pantalla del monitor debe estar a la altura de los ojos y a la distancia de un brazo de ti. El teclado debe estar a la altura del codo con los brazos doblados en un ángulo de 90 grados. Esta disposición promueve una postura neutral para minimizar la tensión en la espalda, el cuello y los ojos. (Nota: Esto significa que debes utilizar un monitor y un teclado distintos. Si estás atascado con un portátil, consigue un teclado inalámbrico como éste, y trata tu portátil como una pantalla independiente. Si no es posible adquirir un nuevo hardware, basta con elevar todo el portátil para que el teclado quede a la altura del pecho. Es menos ideal, pero mejor que estar sentado sin parar)
1. Utiliza las resmas de papel: Si su oficina tiene una fotocopiadora, probablemente tenga un alijo de papel. Haga tres pilas de resmas de papel en su escritorio: una para su pantalla; otra frente a ella, pero ligeramente más baja para su teclado; y una tercera pila a la izquierda o a la derecha de su teclado para elevar el ratón. Aparta el papel cuando quieras quitarte un peso de encima y vuelve a colocar los dispositivos en tu escritorio.
2. Prueba con un taburete: Por menos de 20 dólares, un taburete puede dar a tu pantalla una ventaja en casa. Colócalo encima de tu cómoda para crear tu escritorio, y luego guarda el taburete debajo de ella cuando tomes un descanso sentado.
3. Utiliza tu silla de escritorio: Coloca tu silla encima de tu escritorio y tu portátil en el asiento. Sin un lugar donde sentarse, no tendrás la tentación de desplomarte antes de tiempo.
4. Haz que tu estantería cumpla una doble función: Despeja dos estantes de una estantería alta y coloca la pantalla en uno de ellos y el teclado y el ratón en el que está debajo.
5. Utilice una bandeja de cama plegable: Apoya una como esta de 9,99 dólares de Ikea en la encimera de la cocina, la mesa o la cómoda para elevar la pantalla. Luego desliza el teclado por debajo. Pliégala en un armario de la cocina para guardarla fácilmente.
6. Usa una tabla de planchar sobre la puerta: Una tabla de planchar estilo Murphy, que suele costar unos 25 dólares, ofrece una superficie estable para colocar el portátil. No ocupan nada de espacio si tu casa es demasiado pequeña para un escritorio adecuado, y mucho menos para uno de pie. Apoya tu portátil en algunos libros o en una caja de zapatos si te parece demasiado baja.
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