¿El miedo a salir herido se interpone en tu camino para tener relaciones cercanas y amorosas?
Experimentar sentimientos hirientes es una experiencia vital universal. A lo largo del camino de tu vida, fuiste herido por palabras poco amables o regañado por un padre o un profesor disgustado. Es posible que te hayas sentido traicionado por un amigo o un amante, o que te hayan roto el corazón.
Cuando estas experiencias ocurrieron, comenzaste a construir muros emocionales para proteger tu corazón. Con el tiempo, tus muros se hicieron más altos, más gruesos y más fuertes, y descubriste que el aguijón de ser herido no era tan doloroso.
Empieza en la infancia
Tus muros emocionales empezaron a construirse durante tu infancia.
¿Creciste en un hogar donde no era seguro sentir las emociones? O tal vez aprendiste a manejar tus sentimientos para evitar conflictos? Puede que hayas sufrido algún tipo de abuso o trauma…
Cualquiera que sea el motivo por el que los construiste, fueron buenos.
Construiste muros para poder sobrevivir y desenvolverte mejor en tu mundo. Estos muros te han permitido funcionar y no desmoronarte.
Hay dolor en la vulnerabilidad
SER VULNERABLE SE SIENTE TAN DIFÍCIL DESPUÉS DE HABER SIDO HERIDO.
La doctora Brene Brown escribe sobre ello en su libro «El poder de la vulnerabilidad: Enseñanzas de Autenticidad, Conexiones y Coraje». Brown escribe que asociamos la vulnerabilidad con emociones que queremos evitar como el miedo, la vergüenza y la incertidumbre.
Sostiene que cuando evitamos estas emociones, olvidamos que la vulnerabilidad es también el «lugar de nacimiento de la alegría, la pertenencia, la creatividad, la autenticidad y el amor.»
Cuando empezaste a levantar tus muros emocionales, puede que te sintieras muy vulnerable a fuerzas externas, o a cosas que sentías que estaban fuera de tu control.
Tal vez tu vulnerabilidad surgió cuando experimentaste el sentirte poco querido, indigno o poco importante para otras personas significativas en tu vida. Sea cual sea tu experiencia, debe haber sido muy dolorosa.
Mantener bajas las expectativas
No esperes nada, no pierdas nada. ¿Verdad? Lamentablemente, una vez que has levantado gruesos y fuertes muros emocionales, los sentimientos tienen problemas para entrar o salir.
Aprendes a esperar poco de los demás, y te conformas con que no expreses tus sentimientos porque hablar de ellos te hace sentir demasiado vulnerable.
Aunque tus muros te han servido de ardiente protector, también tienen un coste personal.
Perderte aspectos hermosos de la vida
Cuando pones muros alrededor de tu corazón, es difícil sentir las emociones de los demás, y mucho menos las tuyas propias.
Se apodera de ti una especie de entumecimiento emocional. Puedes tener problemas para identificar tus sentimientos sobre algo.
Cuando guardas tus emociones, te pierdes aspectos hermosos de la vida, incluyendo la vitalidad y la pasión. También te pierdes de tener una relación amorosa y conectada.
Señales de que has construido muros emocionales
- No sientes una alegría intensa ni una tristeza profunda.
- En una relación, tu pareja puede dudar de tu amor por ella.
- Eres un hábil gestor de tus emociones por lo que puedes minimizar el malestar que sientes cuando tus sentimientos quedan sin expresar.
- Te auto-saboteas en tus relaciones románticas, terminando la relación antes de que puedas salir lastimado.
- La gente puede haberte dicho que eres «difícil de leer».
- Vivir una vida de soltero puede ser tu preferencia.
¿Alguno de estos te suena? Intenta profundizar y explorar si es posible que estés viviendo detrás de muros emocionales.
¿Tus muros te impiden formar una conexión amorosa profunda, o la capacidad de experimentar una vida vital y apasionada?
Aquí tienes 5 formas impactantes de derribar tus muros emocionales y encontrar el amor profundo y la conexión:
Busca un buen terapeuta.
Un buen terapeuta puede ayudarte a explorar las razones por las que puedes sentirte emocionalmente inseguro en las relaciones. Una vez que descubras lo que está funcionando en lo más profundo de tu subconsciente e inconsciente, podrás desarrollar la habilidad de pedir a los demás lo que quieres y necesitas para sanar esta herida de la infancia.
Explora la formación de tus muros emocionales.
Explorar la génesis de tus muros emocionales, y ponerle palabras, te ayudará a darte perspectiva, autocompasión y la capacidad de sanar. Cuando naciste, no te preocupaba que hirieran tus sentimientos. Tu armadura emocional vino después. Llevarla te dio la fuerza para hacer frente a los sentimientos dolorosos.
Identifica cómo sería y cómo se sentiría la seguridad emocional para ti.
La creación de la seguridad emocional se parecerá la mayoría de las veces a lo contrario de tu experiencia infantil.
Si de niño tuviste un padre enfadado, la seguridad emocional podría fomentarse a través de voces tranquilas y paciencia. O si experimentó palabras poco amables, sentirse seguro podría incluir palabras positivas de afirmación. Si en su casa de la infancia no se permitía expresar las emociones, sentirse seguro consistiría en la capacidad de expresar adecuadamente sus sentimientos sin que se le cerrara la boca, se le ignorara o se le invalidara.
4. Si tiene una pareja o un cónyuge, inicie una terapia de pareja.
Debido a que gran parte de las heridas de su infancia se manifiestan en su relación con su pareja sentimental, un buen terapeuta de pareja puede ayudarle a aprender a comunicarse de un modo que fomente la seguridad emocional y la curación.
La terapia de pareja es un lugar excelente para comenzar este proceso y aprender a construir su nuevo músculo para expresar la emoción.
Construir su capacidad de ser resiliente.
Construir su capacidad de ser resiliente, le permitirá recuperarse de las emociones dolorosas. En un artículo de Tara Parker-Pope titulado «How to Build Resilience in Midlife», Parker-Pope identifica estas técnicas para reconstruir la resiliencia:
- Practicar el optimismo
- Reescribir su historia
- No personalizarla
- Apoyar a los demás
- Tomar descansos de estrés
- Salir de su zona de confort
Decidir derribar sus muros emocionales requiere compromiso, y practicar la expresión de sus sentimientos a través de la comunicación en un entorno que se sienta emocionalmente seguro.
¡TÚ PUEDES HACERLO!
No tienes por qué perderte los aspectos más hermosos de tu vida. Aprende cómo puedes crear seguridad emocional, sentirte más cómodo con la vulnerabilidad y desarrollar expectativas saludables a medida que empiezas a comprender el valor y la importancia de la autoexpresión.
Puedes recuperar una vida vivida de forma plena, vital y apasionada, Y cosechar los beneficios de una relación profundamente conectada con tu pareja y tus seres queridos.